Fundador de IOSG: 2025 será un año oscuro para el mercado cripto, ¿y 2026?
Autor| Jocy, cofundador de IOSG
Estamos ante un cambio fundamental en la estructura del mercado, mientras la mayoría sigue mirando la nueva era con la lógica del ciclo anterior.
Al analizar el mercado cripto en 2025, observamos una transición de paradigma: de la especulación minorista a la asignación institucional. Los datos clave muestran que las instituciones poseen el 24% y los minoristas han salido en un 66% — el recambio de manos en el mercado cripto de 2025 está completo. Olvidate del ciclo de cuatro años, ¡el mercado cripto en la era institucional tiene nuevas reglas! Permitime desglosar con datos y lógica la verdad detrás de este “peor año”.
Datos superficiales: desempeño de activos en 2025
Primero, veamos los datos superficiales — el desempeño de los activos en 2025. Activos tradicionales: plata +130%, oro +66%, cobre +34%, Nasdaq +20,7%, S&P 500 +16,2%. Activos cripto: BTC -5,4%, ETH -12%, principales altcoins -35% a -60%.¿Parece desastroso? Seguí leyendo.
Pero si solo mirás el precio, te perdés la señal más importante. Aunque BTC cayó -5,4% en el año, durante el período alcanzó un máximo histórico de $126.080. Más importante aún: ¿qué pasó mientras el precio bajaba? El ETF de BTC tuvo un flujo neto de $25.000 millones en 2025, con un AUM total de $114.000–$120.000 millones, y las instituciones poseen el 24%. Mientras algunos entraban en pánico, otros compraban.
Primer juicio clave: el dominio del mercado pasó de los minoristas a las instituciones
La aprobación del ETF spot de BTC en enero de 2024 fue un parteaguas. El mercado, antes dominado por minoristas y OGs, ahora está liderado por inversores macro, tesorerías corporativas y fondos soberanos. No es solo un cambio de participantes, es una reescritura de las reglas del juego.
Los datos respaldan este juicio: BlackRock IBIT alcanzó $50.000 millones de AUM en 228 días, convirtiéndose en el ETF de crecimiento más rápido de la historia. Actualmente posee entre 780.000 y 800.000 BTC, superando los 670.000 BTC de MicroStrategy. Grayscale, BlackRock y Fidelity concentran el 89% de los activos totales de los ETF de BTC. Los planes de fondos de inversión 13F muestran que el 86% de los inversores institucionales ya poseen o planean asignar activos digitales. La correlación entre BTC y el S&P 500 subió de 0,29 en 2024 a 0,5 en 2025.
Veamos también la estrategia agresiva de BlackRock y MicroStrategy. BlackRock IBIT tiene cerca del 60% de cuota de mercado de los ETF de BTC, con 800.000 BTC, superando los 671.268 BTC de MicroStrategy. La participación institucional sigue creciendo: las instituciones que reportan 13F poseen el 24% del AUM total de los ETF (Q3 2025); los inversores institucionales profesionales alcanzan el 26,3%, un aumento del 5,2% respecto al Q3; las grandes gestoras representan el 57% de la tenencia de ETF de BTC en 13F, y los fondos de cobertura profesionales el 41%, sumando casi el 98% — lo que indica que la tenencia institucional actual está dominada por estos dos tipos de inversores profesionales, sin incluir aún a fondos de pensión, aseguradoras y otras instituciones más conservadoras (que pueden estar observando o recién comenzando a asignar); la tenencia institucional en FBTC alcanza el 33,9%.
Los principales inversores institucionales incluyen Abu Dhabi Investment Council (ADIC), el fondo soberano Mubadala, CoinShares, el fondo de dotación de Harvard (con $116 millones en IBIT), entre otros. Grandes brokers y bancos tradicionales también han incrementado sus tenencias en ETF de bitcoin. Wells Fargo reporta tenencias por $491 millones, Morgan Stanley por $724 millones y JPMorgan por $346 millones. Esto demuestra que los productos ETF de bitcoin están siendo integrados continuamente por los principales intermediarios financieros. Surge la pregunta: ¿por qué las instituciones siguen acumulando “en la cima”?
Porque no miran el precio, sino el ciclo.
Después de marzo de 2024, los holders de largo plazo (LTH) vendieron un total de 1,4 millones de BTC, por un valor de $121.170 millones. Es una liberación de oferta sin precedentes. Pero lo sorprendente es — el precio no colapsó. ¿Por qué? Porque las instituciones y tesorerías corporativas absorbieron toda esa presión vendedora.
Tres olas de ventas de los holders de largo plazo: de marzo de 2024 a noviembre de 2025, los LTH vendieron en total unos 1,4 millones de BTC (por $121.170 millones). Primera ola (fin de 2023-inicio de 2024): aprobación de ETF, BTC de $25K a $73K; segunda ola (fin de 2024): elección de Trump, BTC rumbo a $100K; tercera ola (2025): BTC se mantiene por encima de $100K a largo plazo.
A diferencia de las explosiones únicas de 2013, 2017 y 2021, esta vez hubo varias olas de distribución sostenida. El último año, BTC estuvo lateralizando en máximos durante un año, algo nunca visto antes. Los BTC sin movimiento por más de 2 años disminuyeron en 1,6 millones desde inicios de 2024 (unos $140.000 millones), pero la capacidad de absorción del mercado es mucho mayor.
¿Y qué hacen los minoristas? Las direcciones activas siguen cayendo, las búsquedas de “bitcoin” en Google están en el mínimo de 11 meses, las transacciones pequeñas de $0-$1 bajaron un 66,38%, mientras que las transacciones grandes de más de $10 millones crecieron un 59,26%. River estima que en 2025 los minoristas vendieron neto 247.000 BTC (unos $23.000 millones). Los minoristas venden, las instituciones compran.
Esto lleva al segundo juicio clave: no estamos en el “tope alcista”, sino en el “período de acumulación institucional”
Lógica de ciclo tradicional: euforia minorista→suba de precios→colapso→reinicio. Nueva lógica de ciclo: asignación institucional estable→menor volatilidad→suba del precio promedio→alzas estructurales. Esto explica por qué el precio está lateral, pero el flujo de capital no se detiene.
El entorno regulatorio es el tercer eje. El gobierno de Trump ya está en funciones en 2025: orden ejecutiva cripto (firmada el 23/1), reserva estratégica de bitcoin (~200.000 BTC), marco regulatorio GENIUS Act para stablecoins, cambio de presidente en la SEC (asume Atkins). Pendiente: Market Structure Bill (77% de probabilidad de aprobación antes de 2027), stablecoins comprando bonos del Tesoro a corto plazo (crecimiento proyectado de 10x en tres años).
Impacto potencial de las elecciones de medio término en 2026: se renuevan 435 bancas en la Cámara de Representantes y 33 en el Senado. En 2024, 274 candidatos “pro-cripto” resultaron electos, pero los lobbies bancarios planean invertir más de $100 millones para contrarrestar la influencia de las donaciones cripto. Las encuestas muestran que el 64% de los inversores cripto consideran la postura cripto de los candidatos como “muy importante”. El entorno regulatorio es más favorable que nunca.
Pero hay un tema de ventana temporal: en noviembre de 2026 son las elecciones de medio término. Patrón histórico: “el año electoral primero trae políticas”→primer semestre con políticas intensivas→segundo semestre esperando resultados electorales→mayor volatilidad. Por lo tanto, la lógica de inversión debería ser: primer semestre de 2026 = luna de miel regulatoria + asignación institucional = optimismo; segundo semestre de 2026 = incertidumbre política = mayor volatilidad.
¿Por qué, aunque 2025 fue el “peor año” para cripto, sigo siendo optimista?
Volvamos a la pregunta inicial: ¿por qué, aunque 2025 fue el “peor año” para cripto, sigo siendo optimista? Porque el mercado está completando un “recambio de manos”: de minoristas a instituciones, de fichas especulativas a fichas de asignación, de apuestas de corto plazo a tenencia de largo plazo. Este proceso necesariamente implica ajustes y volatilidad en el precio.
¿Cómo ven las instituciones el precio objetivo?
VanEck: $180.000; Standard Chartered: $175.000-$250.000;
Tom Lee: $150.000; Grayscale: nuevo máximo en el primer semestre de 2026.
No es optimismo ciego, sino basado en: flujos constantes a los ETF, aumento de BTC en tesorerías de empresas que cotizan (134 empresas globales poseen 1,686 millones de BTC), una ventana regulatoria inédita en EE.UU., y la asignación institucional recién comienza.
Por supuesto, los riesgos siguen: en lo macro, la política de la Fed y la fortaleza del dólar; en regulación, posible demora del Market Structure Bill; en mercado, los LTH pueden seguir vendiendo; en política, la incertidumbre de las elecciones de medio término. Pero el otro lado del riesgo es la oportunidad. Cuando todos son bajistas, suele ser el mejor momento para posicionarse.
Lógica final de inversión: corto plazo (3–6 meses): rango $87K-$95K, las instituciones siguen acumulando; mediano plazo (primer semestre 2026): doble impulso de política + instituciones, objetivo $120K-$150K; largo plazo (segundo semestre 2026): mayor volatilidad, atentos a resultados electorales y continuidad de políticas.
Juicio central: esto no es el tope del ciclo, sino el inicio de un nuevo ciclo.
¿Por qué tengo esta confianza? Porque la historia lo demuestra: 2013, dominio minorista, máximo $1.100; 2017, fiebre ICO, máximo $20.000; 2021, DeFi+NFT, máximo $69.000; 2025, ingreso institucional, actualmente $87.000. En cada ciclo, los participantes son más profesionales, el capital es mayor y la infraestructura más robusta.
El “peor desempeño” de 2025 es, en esencia, el período de transición del viejo mundo (especulación minorista) al nuevo mundo (asignación institucional). El precio es el costo de la transición, pero la dirección ya está marcada. Mientras BlackRock, Fidelity y fondos soberanos acumulan en la fase inicial, los minoristas siguen preguntándose “¿seguirá bajando?”. Esa es la brecha de percepción.
Resumen
En resumen: 2025 marca la aceleración de la institucionalización del mercado cripto. Aunque el retorno anual de BTC fue negativo, los inversores en ETF demostraron una fuerte resiliencia “HODL”. Superficialmente, 2025 fue el peor año para cripto, pero en realidad fue: el mayor recambio de oferta, la mayor voluntad de asignación institucional, el apoyo regulatorio más claro y la infraestructura más amplia. El precio cayó un 5%, pero los ETF recibieron $25.000 millones en flujos. Ese es el mayor indicador.
Como profesional e inversor de largo plazo, nuestro trabajo no es predecir el precio a corto plazo, sino identificar tendencias estructurales. Los puntos clave para 2026 incluyen: avances legislativos del Market Structure Bill, posible expansión de la reserva estratégica de bitcoin, y la continuidad de políticas tras las elecciones de medio término. A largo plazo, la consolidación de la infraestructura ETF y la mayor claridad regulatoria sientan las bases para la próxima suba.
Cuando la estructura del mercado cambia radicalmente, la lógica de valoración antigua deja de funcionar y se reconstruye el poder de fijación de precios. Mantener la racionalidad y la paciencia es clave.
Fuentes de datos: CoinDesk, CryptoSlate, Glassnode, CoinShares, Farside Investors, sitio oficial de Strategy, CME Group, Yahoo Finance
Descargo de responsabilidad: El contenido de este artículo refleja únicamente la opinión del autor y no representa en modo alguno a la plataforma. Este artículo no se pretende servir de referencia para tomar decisiones de inversión.
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