En una reciente actualización de mercado, un analista de CryptoQuant señaló que las salidas totales desde el máximo histórico (ATH) ahora alcanzan la asombrosa cifra de 5.550 millones de dólares.
¿Están entrando en pánico los inversores?
Los evangelistas de Bitcoin suelen argumentar que los ETF representan “capital pegajoso”, lo que significa que los inversores institucionales están incentivados a mantener sus posiciones. Afirman que gigantes como BlackRock y Fidelity tienen horizontes de largo plazo. Por lo tanto, los flujos hacia los ETF a menudo se consideran “manos de diamante”, a diferencia de los inversores minoristas, quienes pueden ser más volátiles.
Sin embargo, esta tesis podría ponerse a prueba en un futuro cercano. El gráfico actual muestra una caída significativamente más profunda que la gran corrección de marzo de 2025. La zona sombreada en rojo, que representa la magnitud de la fuga de capital, se ha hundido a un nuevo mínimo histórico.
Si la línea blanca (el precio de Bitcoin) sigue cayendo hacia la línea gris (el precio realizado del ETF), los tenedores institucionales promedio estarán en terreno negativo.
Las caídas anteriores, a modo de comparación, mostraron rápidas recuperaciones en forma de V. Probablemente, algunos inversores institucionales aprovecharon para comprar la baja.
No obstante, esta caída indica que los inversores institucionales no son inmunes al miedo. El capital fue “expulsado” en lugar de ser retenido. Esto, por supuesto, desafía la tesis de un apoyo institucional perpetuo.
El panel de SoSoValue revela una salida neta diaria de 275,88 millones de dólares al 26 de diciembre. La sangría está liderada por IBIT de BlackRock, el líder indiscutido del mercado, que liquidó 192,61 millones de dólares en un solo día.
Cabe destacar que los ETF aún ostentan un impresionante flujo neto acumulado de 56.620 millones de dólares. Sin embargo, la narrativa de la “acumulación eterna” ahora está siendo puesta a prueba.
