Esta semana, el pulso de los mercados financieros globales está firmemente marcado por tres grandes acontecimientos: un sólido informe de empleo no agrícola en Estados Unidos, los inminentes datos de inflación CPI de EE.UU. y el casi seguro histórico aumento de tasas del Banco de Japón.
Estos tres eventos apuntan a una cuestión central: la marea de liquidez global está retrocediendo a un ritmo acelerado. Como uno de los activos más sensibles a la liquidez, bitcoin (“la gran torta”) está cayendo de su pedestal de “oro digital”, exponiendo su verdadera naturaleza como un activo global de alto beta y quedando en una situación crítica.
I. Un informe de empleo no agrícola mejor de lo esperado marca el tono de la restricción
Esta noche, el mercado recibirá un informe sumamente especial y retrasado. Los datos de empleo no agrícola de septiembre en Estados Unidos, originalmente programados para principios de octubre, se publican hoy debido a un cierre gubernamental de 48 días. Este informe funciona como un “espejo retrovisor”, reflejando la situación del mercado de hace más de un mes (septiembre).
Los principales puntos de interés e impacto potencial son:
● La disputa sobre la fortaleza de los datos: El consenso del mercado espera 54,000 nuevos empleos en septiembre, superior a los 22,000 de agosto, pero aún considerado por los economistas como una señal de “debilidad” en el mercado laboral. Sin embargo, Goldman Sachs ha dado una previsión más optimista de 80,000. Estos datos contradictorios sirven para llenar el “vacío de datos” de los últimos dos meses y proporcionar un punto de referencia oficial al mercado.
● Importantes revisiones de datos históricos: El informe de esta noche incluirá revisiones de los datos de julio y agosto. Algunos analistas de mercado señalan que la revisión anual de referencia podría alcanzar los 800,000. Si el impulso laboral previamente fuerte se revisa fuertemente a la baja, podría cambiar drásticamente las expectativas sobre la política de la Reserva Federal, e incluso abrir la puerta a recortes de tasas más agresivos.
● Impacto limitado en la política de la Fed: Debido a su considerable retraso, la industria en general cree que este informe tiene un valor limitado para que la Reserva Federal evalúe la compleja situación económica actual. El presidente de la Fed, Powell, comparó el entorno de toma de decisiones actual con “conducir en una niebla espesa”. Por lo tanto, es probable que el mercado no reaccione en exceso, a menos que los datos sean una gran sorpresa.
II. Inflación CPI y el “histórico aumento de tasas” de Japón
El informe de empleo no agrícola es solo el preludio; el verdadero ojo de la tormenta son los dos grandes eventos que le siguen.
Primero, los datos de inflación CPI de EE.UU.
● El CPI de noviembre, retrasado por el cierre del gobierno, se dará a conocer este jueves. El consenso del mercado espera un crecimiento mensual del 0,3% y una tasa anual que se mantenga en 3%.
● Sin embargo, el riesgo es que, debido a la falta prolongada de datos, la lectura real tenga un sesgo al alza y pueda llegar al 3,1%.
● La persistencia de la inflación actual proviene principalmente del sector servicios. Si los datos superan las expectativas, reforzarán aún más la postura hawkish de la Fed, reduciendo las expectativas de recorte de tasas y endureciendo el entorno financiero.
Luego, la decisión de tasas del Banco de Japón.
● El mercado prácticamente da por hecho (probabilidad de alrededor del 94%) que el Banco de Japón anunciará el 19 de diciembre un aumento de tasas de 25 puntos básicos, elevando la tasa de política del 0,50% al 0,75%.
● Este aumento de tasas es sumamente significativo, ya que eleva el incremento acumulado para todo 2025 a aproximadamente 0,5%, lo que representa el mayor aumento anual de tasas del Banco de Japón en 35 años, marcando un giro fundamental tras décadas de política monetaria ultraexpansiva.
III. El fantasma del “desarme” de operaciones de carry trade en yenes
El impacto del aumento de tasas en Japón va mucho más allá de sus fronteras, ya que afecta directamente los “capilares” del sistema financiero global: el carry trade en yenes.
Esta es una estrategia popular durante décadas: los inversores piden prestado yenes a tasas muy bajas, los convierten a dólares u otras monedas de alto interés y luego invierten en bonos del Tesoro de EE.UU., acciones estadounidenses o incluso criptomonedas como bitcoin. Esta operación ha proporcionado liquidez en yenes de manera constante a los mercados globales.
El aumento de tasas del Banco de Japón matará esta lógica desde dos frentes:
1. Aumentar el costo del dinero: El interés por pedir prestado yenes sube directamente.
2. Generar expectativas de apreciación: Un aumento de tasas suele fortalecer la moneda local, exponiendo a los traders al riesgo de pérdidas por tipo de cambio.
Esto obligará a los inversores globales a “desarmar posiciones”, es decir, vender acciones estadounidenses, bonos del Tesoro, bitcoin y otros activos para recomprar yenes y pagar sus préstamos. Esta venta en cadena es el riesgo macroeconómico más directo y letal que enfrenta bitcoin. Los datos históricos lo demuestran: en marzo y julio de 2024 y enero de 2025, tras las anteriores subas de tasas del Banco de Japón, bitcoin sufrió caídas superiores al 20%.
Cabe destacar que, según el análisis de China International Capital Corporation, dado que este aumento de tasas ya está plenamente descontado por el mercado y que el volumen actual de carry trade es menor que el pico de 2024, la probabilidad de que un simple aumento de tasas cause un shock sistémico es relativamente baja. El verdadero peligro radica en que, si el aumento de tasas se combina con un evento macro inesperado (como un CPI desbordado), podría desencadenar una resonancia entre el sentimiento y el trading algorítmico, amplificando la venta.
IV. Activos “de alto beta” en la marea baja de liquidez
En este contexto de liquidez global, la narrativa propia de bitcoin (como el halving o los ETF) ha quedado temporalmente invalidada. Su comportamiento de precios revela claramente su verdadera naturaleza.
1. De “activo refugio” a “activo de riesgo”: desilusión en la percepción: En el pasado, bitcoin se comparaba con el “oro digital”. Pero en este ciclo de restricción, su comportamiento está altamente correlacionado con las acciones tecnológicas del Nasdaq, mostrando una sensibilidad extrema a la liquidez global y convirtiéndose en un activo de alto beta puro. En un entorno de tasas reales elevadas, el atractivo de bitcoin, que no genera intereses, cae sistemáticamente.
2. Debilidad técnica y colapso emocional: El precio de bitcoin ha retrocedido considerablemente desde los máximos de 2025, luchando por mantenerse por encima de soportes clave. Los indicadores de sentimiento del mercado están en zona de “miedo extremo”. Cuando el precio cayó por debajo de los 86,000 dólares, se liquidaron casi 600 millones de dólares en posiciones en 24 horas, la mayoría de ellas largas, mostrando que los especuladores apalancados han sido eliminados y la estructura del mercado es extremadamente frágil.
3. Fracaso colectivo de las previsiones institucionales: A principios de 2025, la mayoría de las instituciones preveían que bitcoin superaría los 150,000 o incluso 200,000 dólares a fin de año, basándose en la entrada de fondos vía ETF y recortes de tasas de la Fed. Ahora, esas previsiones están muy lejos de la realidad. Esto demuestra que analizar bitcoin fuera del marco de la liquidez macro global es un error fatal.
V. Escenarios y guía de supervivencia
Durante el resto de la semana, el mercado fijará precios finales según los resultados del CPI y el Banco de Japón, y bitcoin enfrenta varios caminos:
● Escenario 1: CPI moderado + aumento de tasas “dovish” del Banco de Japón (el mejor pero poco probable): Si la inflación no supera las expectativas y el Banco de Japón, aunque suba tasas, insinúa cautela futura, el mercado podría interpretarlo como “fin de las malas noticias”. Bitcoin podría rebotar técnicamente desde los soportes actuales (como el rango de 86,000-88,000 dólares), pero esto sería solo una pausa en la caída, difícilmente un giro de tendencia.
● Escenario 2: CPI fuerte + aumento de tasas del Banco de Japón según lo previsto (probabilidad alta): Esta es la combinación más peligrosa. La inflación persistente en EE.UU. y el drenaje de liquidez de Japón generan un efecto de “doble drenaje”. Bitcoin podría iniciar una nueva ola bajista; si pierde soportes clave, podría caer a 78,000 dólares o incluso menos.
● Escenario 3: Evento cisne negro desencadena aversión sistémica al riesgo: Si un shock macro provoca el colapso de activos tradicionales como las acciones estadounidenses, bitcoin perderá toda independencia y caerá junto al mercado en una crisis de liquidez.
Para los inversores, antes de la decisión del Banco de Japón el viernes, la estrategia más sensata es “cash is king, defensa ante todo”. El verdadero piso del mercado solo llegará cuando el pánico por la restricción de liquidez global esté plenamente descontado. El próximo auge de bitcoin solo comenzará cuando la Fed gire claramente hacia la expansión y las operaciones de arbitraje global se hayan liquidado por completo. Hasta entonces, cualquier intento de ir contra la corriente puede ser arrasado por la marea descendente.

