El miembro del Consejo de Gobierno y del Consejo General del Banco Central Europeo (BCE), José Luis Escrivá, mostró su satisfacción por el actual coste del endeudamiento.
Sus declaraciones se produjeron tras una entrevista con El Diario, en la que señaló que, tal y como es tradición en el Banco Central Europeo compartir su opinión en comunicados tras cada reunión, Escrivá insinuó que pronto tendrán uno.
Según él, dado que la inflación alcanzó su objetivo del 2%, creen que “es un buen momento para mirar hacia adelante y considerar que los tipos de interés actuales son adecuados”.
Estos acontecimientos siguen a las declaraciones del miembro del Consejo de Gobierno del BCE, Edward Scicluna, quien afirmó que el banco central debería tomarse su tiempo antes de ajustar las tasas de interés, ya que la economía global todavía está lidiando con el impacto total de los nuevos aranceles comerciales estadounidenses .
Según él, la inflación en Europa podría aumentar si los aranceles aumentan los precios de los bienes importados. Sin embargo, al mismo tiempo, los precios también podrían bajar si los aranceles ralentizan el comercio mundial y reducen la demanda de bienes y servicios. Scicluna señaló que sería un error tomar decisiones precipitadas, ya que nadie puede predecir con certeza qué ocurrirá.
Las personas expresan su entusiasmo por la próxima reunión del BCE
Los ciudadanos han expresado su interés por conocer las conclusiones del BCE sobre los tipos de interés tras revelarse que el banco central anunciará su próxima decisión sobre los tipos el 30 de octubre. Los expertos también han opinado, anticipando que el banco mantendrá el tipo de depósito en el 2 %. Cabe destacar que este porcentaje se ha mantenido sin cambios desde junio de este año.
Por lo tanto, ahora que la inflación se encuentra cómodamente dentro del objetivo del 2% del BCE, los economistas y los mercados destacaron que no esperan ningún ajuste en la reunión final en diciembre.
Respecto a la situación, Escrivá destacó el éxito económico de España, afirmando que además deltroncrecimiento del país, la diferencia de crecimiento positivo respecto a Europa está en su máximo histórico.
“Esto es aún más sorprendente porque la economía de España se ha conectado más con el resto de Europa”, añadió el gobernador del Banco de España.
Por otro lado, fuentes fiables han indicado que España publicará sus nuevos datos de producción el próximo miércoles. Tras este anuncio, algunos analistas compartieron sus expectativas de que la economía del país crecerá un 0,6 % en los tres meses previos a septiembre. Esto contrasta con el crecimiento del 0,1 % en la eurozona, donde la información se publicará el jueves.
Europa se enfrenta a importantes desafíos en su economía
Según una encuesta a economistas de una fuente confiable, se espera que el Banco Central Europeo mantenga los costos de endeudamiento en la zona euro en el 2% hasta 2027. Esta perspectiva supone que la tasa de depósito se mantendrá en su nivel actual durante la reunión de política monetaria de la próxima semana.
Sin embargo, algunos expertos anticiparon que podría haber cambios adicionales: un tercio de los encuestados espera al menos un recorte más, más allá de los ocho ya realizados, y un 17% espera que haya al menos uno o más aumentos para fines del próximo año.
La reunión de diciembre es importante porque presentará nuevas proyecciones que se extienden hasta 2028 por primera vez. Mientras tanto, bajo el liderazgo de su presidenta dent Christine Lagarde, los analistas han señalado que los funcionarios del BCE no parecen estar ajustando los tipos de interés en el futuro próximo, expresando su satisfacción con el aumento de los precios al consumidor y la robusta economía europea. Además, consideran que su política es lo suficientemente flexible como para responder a los nuevos desafíos.
Como cualquier otro continente, Europa enfrenta desafíos económicos. Por ejemplo, el continente enfrenta una creciente fricción comercial entre Estados Unidos y China, en particular en lo que respecta a semiconductores y tierras raras.
Las rebajas de calificación crediticia también están dificultando la situación financiera de Francia, y hay crecientes temores sobre los ambiciosos planes de Alemania en materia de infraestructura y gasto de defensa.
Además, un posible aplazamiento del nuevo sistema de comercio de emisiones del continente podría ejercer presión a la baja sobre la inflación en los próximos años. Al mismo tiempo, las elevadas valoraciones de los activos alimentan el temor a un posible desplome del mercado.
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