- El FMI respaldó el Digital Dirham CBDC de los EAU y su postura reguladora proactiva sobre las stablecoins.
- Los EAU se adhirieron al marco CARF para el intercambio automático de datos fiscales sobre criptoactivos para 2027.
Una reciente misión del Fondo Monetario Internacional a los Emiratos Árabes Unidos dio lugar a evaluaciones positivas de la dirección financiera de la nación. Los representantes del FMI, bajo la dirección de Said Bakhache, elogiaron especialmente la puesta en marcha de la moneda digital del banco central, el Dirham Digital.
En su declaración también reconocieron la visión de futuro de los EAU en cuanto a la regulación de las stablecoins. Los funcionarios animaron al país a persistir en su programa de modernización financiera, que incluye el desarrollo de mercados de capitales locales junto con una evaluación diligente de los riesgos.
La creciente posición de los EAU como centro mundial de activos virtuales recibió el reconocimiento del FMI. La institución aconsejó que es esencial una colaboración sólida y coherente entre los distintos reguladores financieros del país.
Esta cooperación es necesaria para supervisar eficazmente la evolución del mercado y los riesgos potenciales. El FMI también aprobó los esfuerzos de los EAU por adaptar sus políticas a las normas internacionales. Otro logro fue la salida del país de la lista del Grupo de Acción Financiera Internacional para una supervisión reforzada.
En otro orden de cosas, el Ministerio de Finanzas de los EAU se adhirió formalmente al Marco de Información sobre Criptoactivos. Este acuerdo internacional, conocido como CARF, crea un sistema estandarizado para que las autoridades fiscales compartan automáticamente información sobre criptoactivos.
Los EAU tienen previsto aplicar este marco en 2027. Se prevé que los primeros intercambios de datos con otras naciones comiencen el año siguiente. Alrededor de otras 70 jurisdicciones también se han comprometido a adoptar el CARF.
Económicamente, el FMI prevé una tasa de crecimiento del 4,8% para los EAU en 2025. Las proyecciones indican un nuevo aumento hasta el 5,0% en 2026, tasas que superan las medias mundiales. Esta expansión se ve impulsada por los buenos resultados de los sectores no petroleros y el repunte de la producción de hidrocarburos tras las decisiones de la OPEP.
Entre las principales áreas de crecimiento figuran el turismo, la construcción y los servicios financieros, todos ellos respaldados por importantes inversiones en infraestructuras. El Fondo estima la inflación para 2025 en un 1,6%, y señala el coste de la vivienda como el principal factor.