Las stablecoins se dispararon en 2025 y ahora están listas para conquistar el mercado mainstream

Cuando la situación se calmó en 2025, el panorama financiero había cambiado irrevocablemente. Una clase de activos destacó por encima del ruido, no solo por su utilidad como cripto, sino como la base de una nueva economía global: las stablecoins. No se trató de un repunte de nicho, sino de una amplia expansión hacia los pagos, las nóminas, la tesorería y las garantías de derivados.

TL;DR:

1. La capitalización de mercado de las stablecoins superó los $300,000 millones de dólares, frente a los aproximadamente $205,000 millones de dólares a principios del año (cerca del +50% en lo que va del año).

2. El volumen mensual de transferencias de stablecoins superó los $2 billones de dólares, lo que demuestra que estos activos no solo se holdean, sino que también se utilizan.

3. La regulación pasó del "si" al "cómo": normas más claras convirtieron a las stablecoins de una incógnita en materia de cumplimiento regulatorio en una categoría lista para su adopción por parte de las instituciones.

4. La demanda en los DEX de perpetuos se convirtió en un importante motor de acuñación: los volúmenes en DEX de perpetuos superaron el billón de dólares al mes, bloqueando las stablecoins como margen y garantía en los mercados de trading sin verificación de identidad y on-chain.

No se trata de una moda pasajera: el meteórico ascenso de las stablecoins en 2025 fue una lección magistral sobre la adopción por parte del mercado y su utilidad incansable. El suministro total no solo creció, sino que se aceleró. No se trató solo de capital ocioso, sino de un fondo de guerra de liquidez en espera que impulsó todo, desde pagos transfronterizos hasta derivados on-chain. Esto es más que simples números en un gráfico. Es una señal para el mercado de que las stablecoins no son un activo especulativo, sino que son los nuevos rieles de las finanzas.

Mapa del ecosistema de las stablecoins - Fuente: State of Stablecoins, Messari (datos hasta julio de 2025)

Dominio por capitalización de mercado - Fuente: State of Stablecoins, Messari (datos hasta junio de 2025)

Volumen mensual de transferencias de stablecoins en Ethereum - Fuente: The Block

El año en que las stablecoins se volvieron mainstream - Fuente: State of Stablecoins, Messari

¿Qué son las stablecoins?

Una stablecoin es una criptomoneda diseñada para mantener un valor estable en relación con un determinado activo. Esta estabilidad se suele generar de dos maneras:

Stablecoins totalmente respaldadas por reservas: están respaldadas 1:1 por activos líquidos del mundo real, como dinero fiat u oro, en una reserva. Cada moneda emitida está respaldada por un activo subyacente, lo que ayuda a estabilizar su precio.

Stablecoins algorítmicas: en lugar de reservas, estas mantienen su paridad mediante smart contracts que responden a los desequilibrios entre la oferta y la demanda mediante la acuñación o la quema. Si una stablecoin algorítmica cotiza por encima de su paridad, el protocolo acuña tokens adicionales para reducir su precio. Si cotiza por debajo de su paridad, el protocolo quema tokens para aumentar su precio.

Stablecoins 2017-2024: De fichas de trading a pilares de las finanzas

Antes del histórico impulso de 2025, las stablecoins tuvieron que ganarse sus galones. Su camino hacia la primacía fue un crisol de ocho años, forjado en medio de controversia, innovación, una crisis casi fatal y una reconstrucción implacable que creó la clase de activos imparable que vemos hoy en día. Echemos un vistazo rápido al pasado.

2017-2021: El campo de pruebas

Los años previos al gran reinicio fueron un campo de pruebas caótico y explosivo, en el que las stablecoins pasaron de ser un truco de trading de nicho a convertirse en una potencia financiera.

Stablecoins por capitalización de mercado - Fuente: On the Economic Design of Stablecoins (MIT, 2021).

El periodo del 2017 al 2018 fue el origen. Todo comenzó con un único y controvertido gigante: USDT de Tether. No fue una historia sobre confianza; fue una historia sobre utilidad pura y dura. Como única opción disponible para los exchanges offshore, USDT resolvió el crítico problema de liquidez de las cripto, demostrando sin lugar a dudas que el mercado estaba ávido de un dólar digital.

2019-2020 fue la chispa de las finanzas descentralizadas (DeFi). Aparecieron los primeros competidores reales, liderados por USDC de Circle, que defendían la transparencia y la regulación frente a la opacidad de Tether. Pero el verdadero catalizador fue el verano DeFi. De repente, las stablecoins se empezaron a usar como garantía, activos de préstamo e instrumentos generadores de rendimiento, y pasaron de ser una simple herramienta de trading al combustible indiscutible de una nueva economía on-chain.

El 2021 fue el gran enamoramiento. El mercado alcista desencadenó una tormenta de demanda, lo que provocó que la oferta de stablecoins se disparara, pasando de $29,000 millones de dólares a más de $140,000 millones en un solo año. Pero esta euforia ciega tuvo un precio. El mercado se obsesionó con la "eficiencia del capital", allanando el camino para el auge de las stablecoins algorítmicas. Spoiler: UST de Terra fue el ejemplo perfecto de esta arrogancia y las semillas del colapso de 2022 se sembraron a plena vista.

2022-2024: De las cenizas de Terra a los cimientos de la confianza

Los últimos tres años (2022-2024) forjaron una nueva era en la que la confianza, la transparencia y la resiliencia se convirtieron en los únicos parámetros que importaban.

Capitalización de mercado total de las stablecoins - Fuente: DefiLlama

Capitalización de mercado total de las stablecoins con titulares destacados - Fuente: DefiLlama

El año 2022 fue la llamada de atención. El colapso de UST de Terra destrozó la ilusión de que se podía crear estabilidad con publicidad y incentivos. El efecto dominó que siguió, que acabó con gigantes como 3AC y Celsius, fue una lección brutal: la confianza lo es todo. El mercado dejó de juzgar las stablecoins por sus narrativas y comenzó a juzgarlas por su durabilidad. Para aquellos que se lo perdieron, aquí hay un resumen de la caída en desgracia de Terra.

2023 fue el año de la ejecución silenciosa. Con la desaparición del apetito por el riesgo, el mercado pasó de la expansión a la preservación. El capital fluyó hacia las stablecoins "similares al dinero" con reservas sólidas y vías de rescate claras. Los estándares se elevaron. Fue un año de menor volumen, pero de mayor convicción.

2024 fue el año de la reconstrucción. Volvió el crecimiento, pero esta vez sobre cimientos más sólidos. No se trató solo de un crecimiento orgánico, sino que estuvo guiado por el primer gran reto regulatorio: el reglamento de la UE sobre criptoactivos (MiCA). MiCA obligó a realizar una gran selección, lo que llevó a los exchanges a favorecer los activos transparentes y que cumplen con la normativa, y estableció un nuevo estándar global de legitimidad. Las stablecoins se convirtieron en la opción predeterminada para transferir valor de forma más rápida y económica, demostrando su valor mucho más allá de la pantalla de trading. A finales de año, el sector había pasado de ser un experimento a convertirse en un elemento financiero fundamental, listo para despegar.

Cronología de 2025: Un año de momentos decisivos

La explosión de 2025 no fue casualidad. Fue una reacción en cadena en la que los avances regulatorios, el volumen récord y una nueva generación de competidores convergieron para hacer que las stablecoins fueran a prueba de FUD (miedo, incertidumbre y duda) y dignas de FOMO (miedo de quedarse afuera). Aunque el duopolio de Tether (USDT) y Circle (USDC) seguía controlando más del 85% del mercado de las stablecoins, la verdadera historia de 2025 la escribieron los disruptores.

La olla a presión on-chain

La primera mitad del año se caracterizó por un incesante rugido bajo la superficie. La presión on-chain iba en aumento a medida que los volúmenes mensuales de los DEX de perpetuos subían constantemente, creando una demanda insaciable de garantías en stablecoins. Este contexto fue el caldo de cultivo perfecto para un nuevo tipo de competidor: USDe de Ethena. Su modelo sintético se convirtió en una estrella revelación. La señal era clara: la economía on-chain estaba lista para la siguiente fase de crecimiento.

Los dos motores se encienden

En el tercer trimestre, los dos motores más potentes se pusieron en marcha en una secuencia perfecta.

En primer lugar, el motor legal cobró vida. En julio de 2025, la firma de la Ley de orientación y establecimiento de la innovación nacional para las stablecoins estadounidenses (GENIUS) dio la luz verde institucional que el mercado había estado esperando. Se había abierto la puerta.

Entonces, el motor on-chain explotó. En octubre de 2025, esa presión implacable de la primera mitad del año culminó en un hito histórico: el volumen de trading en DEX de perpetuos superó oficialmente el billón de dólares en un solo mes. La economía on-chain comenzó a funcionar a toda velocidad, validada por la regulación y a la espera de que la mainstream se conectara.

Volumen de perpetuos - Fuente: DefiLlama

Se abre la compuerta mainstream

Con el nuevo marco legal y el aumento de las métricas on-chain, el último trimestre no solo fue de crecimiento, sino que fue una ola de adopción generalizada.

Se reescriben las reglas del pago global: la medida más significativa provino de Visa, que lanzó oficialmente la liquidación en USDC en Estados Unidos. Ya no era una prueba piloto. Por primera vez, socios bancarios como Cross River Bank y Lead Bank pudieron liquidar transacciones directamente con Visa en USDC de Circle a través de la blockchain Solana, lo que permitió liquidar operaciones las 24 horas del día, los 7 días de la semana, los 365 días del año, eludiendo los sistemas tradicionales.

Siguiendo el ejemplo de Visa, Stripe adquirió Valora, una aplicación de pagos cripto, lo que demuestra un profundo compromiso con los pagos P2P basados en stablecoins en los mercados emergentes y pone de manifiesto un impulso multifacético en todo el sector.

Se suman las grandes empresas tecnológicas: la señal definitiva vino de Silicon Valley. YouTube habilitó oficialmente los pagos a los creadores en PYUSD de PayPal, y esa medida se vio amplificada por la noticia de que Google Cloud también aceptaba PYUSD para sus servicios. No se trataba de un experimento, sino de una integración en vivo en la mayor economía creativa del mundo.

Un fenómeno global: no se trató solo de un fenómeno estadounidense. La Autoridad de Conducta Financiera (FCA) del Reino Unido confirmó su compromiso con un marco regulatorio para las stablecoins en libras esterlinas para 2026, mientras que Australia flexibilizó su propia normativa para fomentar la innovación, consolidando así una tendencia global hacia su adopción.

Y así fue como las stablecoins se convirtieron en una clase de activos lista para dominarlo todo. Standard Chartered prevé un mercado de $2 billones de dólares para 2028. Las stablecoins ya no son solo criptomonedas. Ahora se encuentran entre los mayores compradores de deuda pública estadounidense, son un componente fundamental de la tesorería corporativa y permiten acceder a liquidaciones globales 24/7.

"Pronto, la gente tendrá agentes de IA que navegarán, seleccionarán, comprarán y gestionarán en su nombre. Estos agentes deberán ser dignos de confianza en lo que respecta a los pagos, no solo por parte de los usuarios, sino también por parte de los bancos y los vendedores." - Jack Forestell, director de Producto y Estrategia de Visa.

Conclusión

El 2025 fue el año en que las stablecoins demostraron que no son un producto de las cripto, sino la tecnología de liquidación para la próxima generación de las finanzas. Pero esto es solo el principio.

El debate ya no se centra en "si" sino en "cuán rápido". La combinación de claridad normativa, adopción institucional y casos de uso explosivos en el mundo real hace que esta sea una oportunidad única. Mientras los bancos se apresuran a lanzar sus propios tokens de depósito, el mensaje es claro: la carrera por el dólar digital ya empezó y las stablecoins están a la cabeza.

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