2025 fue la era de madurez para Bitcoin [BTC] y Ethereum [ETH].
Este año estaba destinado a impulsar los mayores activos cripto hacia el público general. Si bien hubo avances en ese sentido, BTC y ETH también confundieron a los inversores, pusieron a prueba la paciencia y desafiaron predicciones confiadas. El primero se consolidó como el activo con el que finalmente las instituciones podían convivir, mientras que el segundo pasó gran parte del año tratando de justificar su relevancia financiera.
A medida que cambia el calendario, la pregunta es qué, si es que algo, realmente cambió de cara a 2026.
2025 en los gráficos
Bitcoin comenzó 2025 sobre terreno inestable, cayó fuertemente en marzo y luego mostró una gran recuperación a mediados del año. Para octubre, había alcanzado nuevos máximos, impulsado por las entradas a ETF y la demanda de grandes jugadores.
Sin embargo, ese impulso no duró.
Fuente: TradingView
Una corrección en noviembre borró semanas de ganancias, y Bitcoin terminará el año muy por debajo de su pico, cotizando más cerca de niveles de indecisión.
Fuente: TradingView
Ethereum siguió un camino similar, pero con menos confianza. Tras una caída a principios de año, ETH repuntó con fuerza hacia finales del verano, logrando una verdadera remontada. Ese movimiento se desvaneció rápidamente cuando la presión vendedora regresó en el cuarto trimestre, arrastrando a Ethereum nuevamente hacia la parte baja de su rango anual.
A diferencia de Bitcoin, ETH luchó por mantener sus ganancias.
Nic Puckrin, analista de inversiones y cofundador de The Coin Bureau, estuvo de acuerdo con esta evaluación.
“Se suponía que sería el año de las criptomonedas, sin embargo, Bitcoin está luchando por mantener los $90,000 mientras nos acercamos a Navidad, mientras que el oro y la plata se han disparado a nuevos máximos y continúan haciéndolo.”
ETFs en 2025
Los ETF jugaron un papel mucho más relevante este año, especialmente para Bitcoin. Los ETF spot de Bitcoin vieron grandes entradas durante la primera mitad del año, lo que ayudó a los precios a recuperarse de la debilidad y llevó a BTC a sus máximos de mitad de año y octubre.
Fuente: SoSoValue
Incluso cuando los precios retrocedieron más tarde, los activos totales en estos ETF se mantuvieron elevados.
Esto significaba que los tenedores a largo plazo en su mayoría se mantenían firmes, incluso si el interés momentáneo titubeaba.
Fuente: SoSoValue
La historia de los ETF de Ethereum fue mucho menos brillante. Las entradas aumentaron a mediados de año, brevemente en paralelo con el rally veraniego de ETH. Sin embargo, esa demanda resultó frágil. Para el último trimestre, los gráficos de ETF de Ethereum mostraron rachas consecutivas de salidas, debido a la caída del precio del token y unas condiciones de mercado más débiles.
Los activos totales cayeron más rápido que los de Bitcoin, por lo que existe una gran brecha de confianza entre ambos activos. De cara a 2026, esta brecha será la clave de cómo el mercado perciba ambos activos.
Según Puckrin,
“También fue el año en que el iShares Bitcoin Trust ETF (IBIT) de BlackRock se convirtió en uno de los lanzamientos más exitosos de la historia, mientras que varios ETF de altcoins fueron aprobados y han visto una fuerte demanda.”
Y añadió,
“A veces, durante las ventas masivas, puede resultar difícil ver el bosque por los árboles. Pero si ampliamos la perspectiva, incluso un Bitcoin a $90,000 era un sueño hace apenas unos pocos años.”
Curiosamente, ¡ambos son rezagados!
Mientras la plata y el oro subieron masivamente, BTC y ETH fueron en la dirección opuesta. Bitcoin ha caído alrededor de un 6% al momento de escribir esto, Ethereum casi un 12%, y el mercado más amplio de altcoins fue el más golpeado, perdiendo más del 40%.
Sobre el desempeño de los metales principales, Puckrin comentó,
“Lo que ha sido particularmente inesperado, sin embargo, es el rendimiento estelar de los metales preciosos – específicamente el oro y la plata, que subieron un 66% y más del 130% en lo que va del año.”
Fuente: X
Incluso los principales índices bursátiles tradicionales superaron el desempeño: Nasdaq, el S&P 500 y acciones de pequeña capitalización mostraron sólidas ganancias.
Las criptomonedas claramente quedaron por detrás de casi todas las grandes clases de activos. Este año, el capital favoreció la estabilidad, el flujo de caja y el valor tangible. Cripto, la apuesta obvia y escéptica de alto crecimiento, pasó el año relativamente al margen.
