¿Por qué se dice que Solana ya no es adecuado para organizar conferencias?

Título original: Solana Can't Host Conferences Anymore
Autor original: @abhitejxyz
Traducción: Peggy, BlockBeats

Nota del editor: En diciembre de 2025, tras la clausura de Solana Breakpoint 2025 en Abu Dabi, Abhitej, un emprendedor profundamente involucrado en el ecosistema de Solana, escribió este artículo. Como cofundador de Filament Finance y actual constructor principal de Bento.fun, reflexiona, a partir de su experiencia directa en múltiples Breakpoints, sobre si los builders siguen estando realmente en el centro tras la masificación del evento.

El título parece contundente, pero no es una negación del evento, sino un recordatorio desde dentro del ecosistema: cuando Breakpoint evoluciona de una reunión dominada por desarrolladores a un evento global que coincide en la ciudad con el Gran Premio de F1 y Bitcoin MENA, con la llegada de instituciones, capital y grandes narrativas, ¿los verdaderos constructores que “cabeza abajo escriben código” están siendo diluidos?

A diferencia de las evaluaciones macro desde fuera, Abhitej se centra en esos factores difíciles de cuantificar pero decisivos para el rumbo del ecosistema: si la cultura sigue siendo abierta, si el escenario sigue perteneciendo a los constructores, si la participación sigue siendo de bajo umbral. El artículo no intenta dar una respuesta estándar, pero nos recuerda: la vitalidad de Solana nunca ha estado en el escenario ni en la narrativa, sino en los desarrolladores que, en todo el mundo, construyen productos de manera constante, discreta pero real.

A continuación, el texto original:

Asistí al primer Breakpoint celebrado en Lisboa, y cuatro años después, vine a Abu Dabi para la edición más reciente. Durante este tiempo, gigantes de la industria han caído, el precio de SOL ha experimentado varias “montañas rusas”, y la fiebre de las memecoins ha puesto a prueba repetidamente la resiliencia de todo el ecosistema.

Pero cuando el ecosistema de Solana comenzó a prepararse para Breakpoint 2025, ya había consolidado su posición:

Liderando en varios indicadores clave como número de transacciones, ingresos de aplicaciones y volumen de operaciones en DEX

Poseyendo el ambiente ecológico más culturalmente perceptivo y cercano al usuario

Convirtiéndose en el ecosistema de builders más fuerte, o al menos uno de los más fuertes

El artículo de @joeljohn, “Most used chain based on what?”, también señala muy bien el dominio reciente de Solana en varios aspectos.

Todo esto ha ocurrido en un ciclo extremadamente duro para los minoristas. Los arbitrajistas han exprimido el valor casi al límite, las altcoins han tenido un rendimiento inferior al mercado en general y la entrada neta de desarrolladores ha caído a mínimos. Lo que realmente falta en esta industria es una chispa de optimismo, algo que recuerde a la gente que el mundo cripto sigue siendo hermoso en sí mismo.

Creo que Breakpoint encendió precisamente esa chispa.

Cuando entré en el recinto de Solana Breakpoint en Abu Dabi, lo primero que sentí no fue emoción, sino un movimiento en marcha.
No era ese bullicio ruidoso y caótico. Era más bien una corriente subterránea. Una fuerza en movimiento.

No se sentía como entrar a una conferencia. No había tensión, ni presión social forzada, ni ansiedad de “tengo que estar en la sala correcta en el momento correcto”. Se parecía más a un festival, un lugar donde la gente no viene a “extraer valor” unos de otros, sino a celebrar realmente la “creación”.

La gente sonreía, conversaba, se movía libremente. Desarrolladores, creadores, fundadores, instituciones, todos encontraban su lugar y el conjunto no estaba desequilibrado.

Esta sensación de armonía era evidente desde el principio. Ningún grupo estaba sobredimensionado: las instituciones no dominaban la narrativa; los creadores no eran tratados como mascotas; los fundadores no eran elevados a posiciones inalcanzables. Todos parecían accesibles.

Y esto, en sí mismo, es muy poco común.

Cuanto más tiempo pasaba en Breakpoint, más sentía que todo esto no era casualidad, sino el resultado de un diseño deliberado.

La agenda no era una transmisión de información de arriba abajo: charlas relámpago de cinco minutos, debates, demostraciones de productos, diálogos. Breves, incisivos, de alta densidad informativa. Permitían que más personas fueran vistas, en lugar de que unos pocos monopolizaran el escenario. Se notaba claramente que no era una inspiración puntual, sino el resultado de una iteración a largo plazo.

Breakpoint no surgió de la noche a la mañana, sino que fue el resultado de años de práctica explorando “lo que realmente funciona”.

Una breve conversación con @paarugsethi de Superteam India fue suficiente para darse cuenta de la profundidad con la que el ecosistema de Solana reflexiona sobre la cultura y la comunidad de fundadores.

Disolviendo el elitismo

Pero si hay algo en lo que Solana supera a la mayoría de los ecosistemas, es en haber logrado disolver el elitismo.

Aquí no existe esa estructura jerárquica invisible donde “solo unas pocas voces importan”. Si realmente has creado algo valioso, aunque sea pequeño, puedes tener un espacio para mostrarlo.

Esta apertura lo cambia todo: reduce el miedo, invita a más personas a participar y, finalmente, genera impulso. Y ese impulso se compone exponencialmente.

Tras hablar con cada vez más personas, otro rasgo se hizo evidente: dentro del ecosistema de Solana existe una sensación compartida de dirección. No es un consenso dogmático, sino un estado de “todos avanzando juntos”. Hay líderes, fuentes de señal, y personas vistas como referentes. Por eso, el ecosistema no se fragmenta fácilmente.

En muchos ecosistemas, la gente lucha por separado, las narrativas chocan, las brechas se amplían y todos discuten interminablemente sobre “cómo debería ser”, pero se resisten a aceptar “lo que está funcionando”.

La forma de Solana es diferente. Si la especulación funciona, se acepta. Si encaja con el comportamiento de la nueva generación de internet, se estudia en vez de avergonzarse. Aquí no hay superioridad moral ni maquillaje de la realidad. Incluso las memecoins, aunque esa etapa fue caótica y depredadora, se consideraron un experimento acelerado, una prueba de estrés para el mercado de capitales de internet.

El sistema ha colapsado, algunos han arbitrado, y las lecciones se han aprendido de verdad. Solana no ha fingido que nada de esto ocurrió, sino que ha destilado el aprendizaje a nivel de “todo el ecosistema”. Esta aceptación, en cambio, ha dejado espacio para la innovación, en vez de acumular resentimiento.

La sensación más destacada este año es el enfoque extremo de Breakpoint en los builders. El mercado se ha enfriado, los precios ya no son frenéticos y la multitud de “100x en una noche” ha disminuido notablemente. Pero es precisamente en estos momentos cuando los verdaderos constructores brillan.

DeFi parece más maduro; las discusiones sobre infraestructura vuelven a la realidad: la previsibilidad del espacio en bloques, la optimización de la latencia, cómo hacer que la ejecución de aplicaciones sea más barata y confiable.

Puedes ver este cambio en productos concretos: Kalshi elige Solana como infraestructura de tokenización; Phantom sostiene la experiencia de interfaz para consumidores; Phoenix con contratos perpetuos, Prop AMM, nuevos diseños de mercado; experimentos en IA, robótica, privacidad; hackathons, proyectos de Superteam, esas ideas tempranas aún toscas pero reales. La gente viene a escuchar para aprender, no para preguntar “¿cómo sube este token?”

Este cambio de energía es crucial. Hace que toda la conferencia se sienta sólida, honesta y centrada en el producto.

Si tuviera que señalar algo incómodo, sería que aún existen algunas mentalidades estrechas en el ecosistema: “si no es solo Solana, no merece atención”.

Esta idea no es exclusiva de Solana, pero reduce el pastel. La verdadera oportunidad no es ganar una guerra de blockchains, sino remodelar toda la pila tecnológica. Y eso solo se logra colaborando, no compitiendo en posturas.

Lo irónico es que Solana no necesita proclamarlo en voz alta. Cualquiera que entre en Breakpoint lo percibe directamente. Este ecosistema no necesita burlarse en internet. Producto, cultura, builders, impulso: ya son suficientemente ruidosos.

Un “festival”

Esto me lleva de nuevo a la conclusión inicial: Solana ya no es apta para “hacer conferencias”. Las conferencias son unidireccionales, estáticas, con límites. Lo que Solana está haciendo se parece más a la forma nativa de la nueva generación de internet: festivales, celebraciones para los constructores. Un espacio donde cultura, capital, espíritu experimental y convicción chocan.

Y estos “festivales” solo seguirán creciendo: más vibrantes, más inmersivos, más diversos. Cada rincón añade un nuevo sabor a este internet en formación.

Breakpoint 2025 es una de las mejores conferencias a las que he asistido y muestra claramente hacia dónde se dirige Solana.

P.D.: En mi opinión, elegir Abu Dabi como sede es una de las razones clave por las que Breakpoint 2025 fue tan especial.